No somos Mamás perfectas, somos Mamás reales.

Es normal desear salir corriendo de vez en cuando, son momentos, es bueno hacer catarsis….

A lo largo de la historia el concepto de maternidad ha sufrido cambios importantes, sin embargo, la mujer siempre ha tenido un papel preponderante, siendo la guardiana de la moral de la familia y la crianza de los hijos. Ante los ojos de la sociedad una madre no podía quejarse, cansarse, o simplemente descansar o dormir tranquilamente.

Afortunadamente en la actualidad, las cosas están cambiando; cada vez encontramos más información y artículos, cuyo enfoque es revertir la normalización de los problemas por los que atravesamos las mamás.

Sin importar si nos dedicamos exclusivamente al hogar o si lo combinamos con un empleo, la crianza es un camino lleno de hermosas satisfacciones, pero con tramos complicados. Cada mujer desea ser la mejor versión de sí misma para sus hijos, cada mujer desea hacer lo mejor que puede para el bien de sus pequeños.

Cuando una mujer se convierte en madre, todo su mundo cambia, todos sus sentidos se agudizan, la maternidad se convierte en la prioridad, está en nuestra naturaleza. Desafortunadamente, en algunos casos esto puede provocar que las mujeres vivan en contradicción.

Por más amor que sientas hacia tu familia y a tus hijos, la crianza sin apoyo puede ser una tarea agotadora e insostenible a lo largo del tiempo. Las múltiples funciones que debe realizar una mujer que cría pueden incluso hacerla sentir que su esencia ha desaparecido, pueden sentirse perdidas y con una sensación de añoranza por la mujer que alguna vez fue. Dicha añoranza puede ser incluso por un solo día de tranquilidad o de buen sueño, y debido a las altas expectativas que la sociedad nos impone, esa añoranza suele venir acompañada de sentimientos de culpa.

Sin embargo, es necesario relegar labores a fin de mantener una estabilidad emocional Saber que no estás sola, y que todas las mamás lo sentimos en algún momento hace una gran diferencia. Así que por favor no sientas culpa, somos humanas, somos mujeres, abraza ese sentimiento hazlo tuyo, acéptalo, porque te aseguro que tus fuerzas se renovarán…. mañana todo lucirá mejor.

No tienes que ser una madre perfecta, sólo ser real, porque eres justo lo que tus pequeños necesitan.

La crianza es una etapa de intercambio, en la que las mujeres damos nuestro tiempo, sueño, lágrimas, amor total, y a cambio recibimos un título hermoso “Mamá” de un ser quien confía plenamente en nosotras y nos ama totalmente y para quien somos su todo. No hay Madres perfectas, sólo historias únicas, todo esto pasará…  confía.

En este camino, es importante nunca perder de vista nuestra importancia y amor propios, y que como todo ser humano, debemos cubrir nuestras necesidades y deseos. El tiempo de calidad para nosotras mismas es vital, tanto como individuos pero también para los seres queridos que nos rodean.

Te dejamos algunos consejos que en nuestra experiencia personal nos han ayudado a recuperar fuerzas:

  • Plática con tu red de apoyo (amigas, otras mamás, familia), no tengas miedo de expresar tu sentir.
  • Pide apoyo para la crianza, el papel del padre es vital, acude a tu red de confianza.
  • Sal al aire libre, respira aire fresco.
  • En la medida de lo posible dedícate tiempo a ti misma, realiza actividades que dibujen una sonrisa en tu rostro o que alegren a tu corazón.  
  • Descansa tanto como puedas.
  • No exijas tanto, aprende a poner límites.

Este artículo de blog está basado en las opiniones y experiencias de las fundadoras de Mamá Cacao, pero más allá de ello, queremos escuchar tu voz y generar una comunidad de mamás apoyándose unas a las otras. ¡Te invitamos a dejar un comentario con tus consejos para afrontar los desafíos de la maternidad!


Dejar un comentario

Por favor tenga en cuenta que los comentarios deben ser aprobados antes de ser publicados