El Primer Año ♡

Úrsula Ortuño de CentroNat nos compartió una carta que le escribió a su hija al cumplir el año...

¿Qué si me enseñaste algo este primer año? ¡No alcanzarían las palabras para describirlo!

Los primeros meses son intensos, más de lo que cualquier persona te pueda describir. Son como una montaña rusa: Al subirnos aprendiste a ser mi hija y yo a ser tu mamá. La red de apoyo fue fundamental! El saber que tenía un esposo que también se transformaba en papá, mi mamá que se desenvolvió como abuela y mi papá como abuelo, mis suegros, cuñadas, tíos, amigos y primos siempre buscando apoyar en lo que se pudiera. Ellos si que hicieron todo más fácil.

Aprendí a vivir un día a la vez. De pronto, cuando creía que ya no podía más: SORPRESA: ¡¡¡Tus primeras sonrisas!!! Y de pronto cuando sentía que mis fuerzas se debilitaban, SORPRESA: ya dormías más horas por la noche... y de pronto cuando creía volver a colapsar: miraba hacia atrás y aplaudía todo lo que habíamos logrado juntas... así: “Un día a la vez”, sin poder comprender lo rápido que estábamos creciendo.

Me enseñaste a vivir durmiendo poco y sacar energías de otros recursos: Tu sonrisa enmarcada por esos cachetes que me quería comer a besos, por ejemplo.

Me fui dando cuenta que los días parecían no tener fin pero los meses pasaron volando. Con el tiempo, los días de cólico pasaron, el reflujo pasó, las tomas de leche se fueron haciendo más cortas, las horas de sueño más largas. Lograste sostener tu cabeza, sentarte, arrastrarte, dominar cada movimiento hasta lograr pararte. Pronto, respetando tu proceso, ¡¡podrás caminar!! Y seguiré acompañándote con cada paso que des.

También aprendí que no solo mi leche te nutrió, te nutrieron mis brazos, mis cantos, mis sonrisas, mis besos, mi calor, mis caricias, mis abrazos ¿y sabes? Sin saberlo tú también me estabas nutriendo a mi.

Aprendí a confiar en mi intuición e ignorar lo que no iba encarrilado a la misma: “se va a embracilar... mejor dale fórmula ... déjala llorar tantito”. Parecía que en mi frente tenía un letrero de “por favor dame tu opinión”. Yo confío en que mi instinto será siempre la mejor guía y observarte mi mejor instrumento.

Conocí una nueva y mejor versión de mí, esa versión que empieza sus días cantando y los termina agradeciendo. Con un corazón que siente más, una mente que juzga menos, un sentimiento de admiración renovado y un sentido del humor renacido. Esa versión que sabe amar sin límite y que buscará superarse día a día a sabiendas de que tú sigues mis pasos.

Estoy eternamente agradecida de que me hayas elegido como tu mamá. Además, logré conocer y maravillarme de esa persona con quien elegí vivir esta aventura: Tu papá. Juntos pudimos presenciar tantos momentos vividos “por primera vez” que ahora son pilares importantes de tu vida: Tu primer respiro, tu primer gorjeo, tu primera carcajada, tu primer alimento, tu primer viaje, tus primeros dientes... ¡¡Que afortunados de acompañarte y guiarte en este proceso!!

Ojalá que la vida me regale muchos años más a tu lado, para seguir presenciando tu trascendencia en esta tierra. Pues tú por existir, ya me has hecho trascender a mi.

Te amo mi Niña... ¡¡Con todo mi ser!!

MAMÁ
Úrsula Ortuño


Dejar un comentario

Por favor tenga en cuenta que los comentarios deben ser aprobados antes de ser publicados