Cuidado de los pezones para madres que dan el pecho.

Consejos para el cuidado de los pezones durante la lactancia.

  • Lávate los pechos únicamente con agua cuando te bañes o te duches. Las pequeñas protuberancias (glándulas de Montgomery) de la areola producen un aceite que hidrata y protege los pezones. Los jabones y geles de ducha pueden eliminar este aceite natural, lo que provoca sequedad e irritación 6.
  • Deja que los pezones se sequen al aire o frótalos suavemente con una toalla. Antes se les decía a las mujeres que debían frotarse los pezones para endurecerlos, pero esta práctica ya no se recomienda... ¡afortunadamente!
  • No es necesario limpiar los pechos ni los pezones antes de dar el pecho. De hecho, las bacterias presentes en la superficie del pecho pueden ayudar a desarrollar el microbioma intestinal de tu bebé 7.
  • La leche materna fresca puede ayudar a sanar los pezones dañados 8, así que intenta realizar un masaje con unas gotas de leche antes y después de las tomas.
  • Cambia los discos absorbentes con frecuencia si se humedecen para reducir el riesgo de infecciones por hongos o bacterias, como la candidiasis 6.
  • No aumentes el tiempo entre tomas para que tus pezones «descansen». Tu bebé necesita alimentarse a demanda para mantenerse sano y crecer adecuadamente. Recuerda que las tomas frecuentes te permiten generar y mantener el suministro de leche, así que sigue alimentándole a pesar del dolor 9.

Productos útiles para el cuidado de los pezones

  • Crema para pezones elaborada con lanolina ultrapura: un producto natural obtenido de la lana de las ovejas. Hidrata y fomenta la curación de los pezones. Es inocua para tu bebé, por lo que no es necesario que retires la lanolina antes de dar el pecho.
  • Puedes colocar parches de hidrogel sobre los pezones doloridos para aliviar el dolor al instante y crear las condiciones ideales para su curación. Incluso puedes guardarlos en el frigorífico para mantenerlos fríos.
  • Los protectores de pezones se colocan en el interior del sujetador. Son perfectos para evitar el roce de la ropa contra los pezones doloridos y cuentan con unos orificios para dejar pasar el aire hasta los pezones y facilitar así su curación.
  • Sujetadores de lactancia, fabricados con un material transpirable, como el algodón, o con un tejido que se seque rápidamente y aleje la humedad sobrante de los pezones dañados.
  • Las pezoneras son unas cubiertas de silicona que se colocan sobre los pezones y que cuentan con unos pequeños orificios que permiten el flujo de la leche materna cuando das el pecho. Protegen la piel y pueden dar a los bebés que no se agarran correctamente algo más firme a lo que agarrarse. En general, las pezoneras deben considerarse una solución a corto plazo. Si surgen problemas o experimentas dolor, acude a tu especialista o consultora de lactancia.

Cuándo debes buscar ayuda médica

Una vez que el bebé y los pezones están habituados a la lactancia, lo cierto es que no debería doler. Recuerda que la principal causa de los pezones doloridos es una colocación/agarre deficiente. Si un experto en lactancia no ha sido capaz de solucionar el dolor en los pezones, prueba con otros.

Si el dolor en los pezones persiste o si notas síntomas extraños, acude a un especialista o consultora de lactancia. La presencia de puntos blancos o grietas en los pezones puede ser un síntoma de candidiasis; unos pezones blanquecinos o azulados se pueden deber a un problema circulatorio, como la enfermedad de Raynaud (vasoespasmos), y la presencia de pus o enrojecimientos con picor son signos de infección.


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